Nuevo Jefe del Comando Sur intensificará política injerencista de EE.UU

Caracas,15 de Enero de 2016. TP-FDA. Asumió la jefatura del Comando Sur, el Almirante Kurt Tidd, quien tiene la misión de llevar a cabo el cierre de la base militar de Guantánamo en Cuba y “estrechar” relaciones con sus pares latinoamericanos y caribeños. Al respecto, el politólogo Carolus Wimmer, ex presidente del capítulo venezolano al Parlatino, expresó: “Sin dudas, no debemos esperar ningún cambio en las relaciones con este componente. Por el contrario, el nuevo Jefe del Comando Sur va a intensificar la política injerencista de EE.UU, que fue ya descarada durante el período de John Kelly”. Recordemos que el Gral. John Kelly, se convirtió en el vocero oficial de la campaña mediática internacional contra Venezuela dirigida desde el Pentágono, durante el año 2015. “El Comando Sur es un centro logístico para la dominación militar de América Latina y el Caribe, para ello cuenta con fuerzas para el despliegue rápido, por aire, tierra y mar, además de un importante cuerpo de espionaje, inteligencia y contrainteligencia. Precisamente, Tidd es un militar especializado en contrainteligencia”, aseguró Wimmer. “En artículos publicados por analistas muy serios en Argentina, se denunció que el almirante Tidd, siendo comandante de la IV Flota, realizó trabajos de penetración política en la armada de ese país cuyo resultado se evidenció en el triunfo electoral de Macri en las áreas de influencia de ese componente durante el balotaje”, explicó el también secretario de relaciones internacionales del Partido Comunista de Venezuela (PCV). “Más allá de ser un factor de poder militar, el Comando Sur es una plataforma de acción política para llevar a efecto la nueva estrategia estadounidense para consolidar su hegemonía en nuestra región. Tal y como lo han hecho en África en alianza con la OTAN, EE.UU ha puesto en marcha una segunda oleada neocolonialista en América Latina y el Caribe”, destacó. Wimmer explicó que la táctica del imperialismo estadounidense para intervenir nuestras naciones, no será tan agresiva como una invasión convencional. “Pretenden acelerar la infiltración de grupos paramilitares, delincuenciales; arreciar la escasez, la especulación y el desabastecimiento, así como la agudización del malestar social generado por la difícil coyuntura económica para corroer la gobernabilidad del país, colocarnos en una supuesta “crisis humanitaria” y justificar la actuación de fuerzas estadounidenses como parte de la “ayuda humanitaria” para “restablecer el orden”. En eso cuentan con el apoyo de la contrarrevolución parlamentaria que maneja constantemente el término de “crisis humanitaria” y pide a gritos cualquier injerencia en nuestros asuntos internos”, indicó. “El Comando Sur se ha involucrado directamente en los denominados Conflictos de Baja Intensidad, donde se recurre al crimen coercitivo, el saboteo, el terrorismo, para generar desestabilización”, resaltó Wimmer. “América Latina en este momento es un territorio definitivo para la lucha antiimperialista mundial a través de la ALBA, Unasur, CELAC, Petrocaribe, con la Venezuela Bolivariana a la cabeza, con la política exterior no injerencista, de cooperación y de respeto a la libre determinación de los pueblos iniciada por el comandante Hugo Chávez y continuada por el presidente obrero Nicolás Maduro”, concluyó Wimmer.