martes, 15 de mayo de 2007

Universitarias Venezolanas:Título de acuerdo al género


Mérida, 4 de mayo de 2007


Ciudadano Rector
Léster Rodríguez Herrera
Universidad de Los Andes
Presente.


REF: SUSTENTACIÓN PARA EL OTORGAMIENTO DE TÍTULOS DE ACUERDO A SU GÉNERO A LAS GRADUANDAS DE PRE Y POSTGRADO


De acuerdo a lo prometido por usted, luego de mi Discurso de Orden con ocasión de la Distinción Bicentenaria que se me otorgó el día 24 de abril del año en curso, gracias a usted y también al empeño de la profesora Blanca Elisa Cabral, Coordinadora del Grupo de Investigaciones de Género y Sexualidad (GIGESEX), le estoy enviando la sustentación requerida para que la Universidad a su digno cargo se sirva otorgar a las graduandas, de ahora en adelante, sus respectivos títulos de pre y postgrado de acuerdo a su género y en cualquiera especialidad.

Por lo tanto, anexo a esta petición:

1. La Exposición de Motivos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), en cuya redacción participé como Vicepresidenta de la Comisión de Estilo y que dice textualmente:

Queda evidenciado a lo largo de todo el texto constitucional el uso del género femenino, expresamente indicado de acuerdo con las recomendaciones de la Organización para la Educación y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) y de diversas organizaciones no gubernamentales, todo lo cual se inscribe dentro del principio de igualdad y no discriminación reconocido por el texto constitucional, con el objeto de evitar dudas o equívocas interpretaciones de la Constitución. (Anexo 1)


2. Copia de algunos artículos de la Ley 4/2005, de 18 de febrero, para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobado por el Gobierno Vasco:

Art. 18., numeral 4.- Los poderes públicos vascos deben hacer un uso no sexista de todo tipo de lenguaje en los documentos y soportes que produzcan directamente o a través de terceras personas o entidades.

Art.33, numeral 2.- Asimismo, velarán porque en la docencia y en los trabajos de investigación sobre las diferentes áreas de conocimiento se integre la perspectiva de género, se haga un uso no sexista del lenguaje y se incorpore el saber de las mujeres y su contribución social e histórica al desarrollo de la humanidad. (Anexo 2)


3. Lo mismo encontramos en la reciente Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres del Gobierno Español, de fecha 22 de marzo de 2007:

Art. 14. A los fines de esta Ley, serán criterios generales de actuación de los poderes públicos: … la implantación de un lenguaje no sexista en el ámbito administrativo y su fomento en la totalidad de las relaciones sociales, culturales y artísticas. (Anexo 3)

Fíjese, entonces, como tanto la Ley del Gobierno Vasco como la del Gobierno Español insisten en la adopción del Lenguaje no Sexista. Asimismo, anteponen el femenino al masculino, como siempre ha sido costumbre: Damas y Caballeros, Señoras y Señores, en fin: Ladies first. Sin embargo, eso no me fue permitido por la Comisión de Estilo de la Asamblea Constituyente, pues sus otros miembros (en todo lo demás muy colaboradores) alegaron que el hombre iba primero. En realidad, no hay ninguna norma gramatical que imponga tal discriminación y, si la hubiera, sería contraria a nuestra Constitución, a la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW) y a los varios Convenios, Declaraciones, Tratados, etc., que garantizan los Derechos Humanos de las Humanas y que han sido ratificados por Venezuela.

4. La también reciente sentencia de la Corte colombiana que anula el Art. 33 del Código Civil de 1887, que dictaminaba que la palabra hombre englobaba al género femenino. En esta sentencia se hace un estudio de las razones por las cuales ese artículo era discriminatorio, anticonstitucional y ofensivo para la dignidad de las mujeres:

… el lenguaje jurídico refleja y contribuye a perpetuar formas de pensamiento. No obstante, ni el lenguaje ni la cultura permanecen estáticos…
………………….
La Corte precisó que sólo una definición cuyo contenido permita visualizar lo femenino, hacer visible a las mujeres, armoniza con la dignidad humana, la igualdad, el derecho a participar en el ejercicio del control político y acorde con la prohibición de discriminación. Por lo expuesto, el artículo 33 del Código Civil fue excluido del ordenamiento jurídico por contrariar los preceptos constitucionales, salvo en los apartes que resultan acordes con la dignidad, igualdad y derechos de las mujeres. (Anexo 4)

5. En anexo le estoy enviando la lista que, a nivel de pregrado, ha adoptado la UCV, gracias a las indicaciones de la Maestría en Estudios de la Mujer (CEM-UCV) y que fue aceptado por las autoridades de dicha universidad.

Así, los títulos de pregrado y cualquier otro título, deberán respetar el lenguaje constitucional exigido por feministas, académicas y grupos de mujeres organizadas sin distingos sociales, económicos, políticos o religiosos en: “Un Nuevo País con Ojos de Mujer” (1999), suma de nuestras luchas y trabajo en pro de los derechos de las mujeres en las últimas décadas, presentado ante la Asamblea Constituyente de 1999.

Por lo tanto, las próximas egresadas serán: Abogadas, Arquitectas, Enfermeras, Ingenieras, Odontólogas, Técnicas, etc., etc. Ingeniero Químico, en femenino será Ingeniera Química. Médico Cirujano, en femenino será Médica Cirujana, etc., etc. Especialista, es obvio, valdrá para los dos géneros. Ver también lista de título de pregrado de la UCV. (Anexo 5)

6. Para los títulos de postgrado, le entrego el resultado de la última consulta del CEM-UCV a petición de la Dra. Rachadell, Secretaria de la UCV:

En México y España a los magister scientiarum se les titula como Maestros y a las mujeres como Maestras (yo tengo un título de Maestra del Colegio de México, Maestra en Estudios de Asia y Afrecha del Norte). Eso sería ideal, pero si quieren mantener el latinazo, los hombres habrá que llamarlos Magister Scientiarum y a las mujeres Magistra Scientiarum. Para esta precisión en latín consulté especialmente el ex jesuita Juan Guillermo Uribe, psicoanalista de Medellín, Colombia, y a Victoria Ferrara, profesora de la ULA, Mérida, Venezuela. (Gioconda Espina, Doctora en Estudios del Desarrollo y Coordinadora de la Maestría en Estudios de la Mujer (CEM-UCV) adscrita al Vicerrectorado Académico. (Anexo 6)

Aprovecho para anexarle el artículo: “Uso no sexista del lenguaje en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: instrumento de poder y libertad” publicado por las revistas Otras miradas y Educere, ambas de la ULA, y Debate Abierto (Caracas) Año VI, 2002, no. 18. En este artículo expongo detalladamente y con abundancia de citas, las razones para el uso no sexista del lenguaje y el derecho que nos asiste. (Anexo 7)

Quisiera adelantarme a algunas de las críticas que se le han hecho a este lenguaje, señalando que, como todo lo nuevo (aunque de raíces antiguas)- está en constante transformación y sólo se ocupa de personas, de seres humanas y no de plantas ni animales o cosas, como creen algunas “doctas” autoridades para ridiculizarlo. Significa la inclusión de las mujeres en el discurso y en la acción. Está sujeto a él solamente el lenguaje jurídico, escolar, periodístico (reglamentos, manuales, libros de texto, formularios, avisos…) y administrativo. El lenguaje literario tiene otras normas o no las tiene.

Esta nueva forma de expresarse no se limita a añadir una “a” a sustantivos, adjetivos o participios en masculino: a través de la historia de las palabras saltan a la luz ideologías excluyentes: sexistas, conservadoras de statu quo racistas, fascistas, misóginas, pues el lenguaje no es neutro ni es inocente: la sola palabra hombre nos ha excluido por milenios de la Historia, la Ciencia, la Filosofía, las Artes y las Letras y ha invisibilizado nuestros fundamentales aportes a la sociedad.

Por lo que se refiere a los títulos académicos, administrativos y otros en general que se refieren a mujeres, puedo afirmar que en castellano no existe ningún obstáculo para que un sustantivo o un adjetivo terminado en una “o” una “e” se transforme en “a”. Ejemplo:

miembro, miembra; testigo, testiga, piloto, pilota…

profe (coloquial) , profa (coloquial), jefe, jefa…

paciente, pacienta, infante, infanta ,comandante, comandanta y Comandanta
Jefa (Commandante Cheffe en francés, como era el título de Juana de Arco),

general, generala, capitán, capitana… coronel, coronela (como era el título de Manuelita Saenz), etc.

O que a un sustantivo o adjetivo masculino terminado en consonante se le añada también una “a”:

canciller, cancillera, líder, lídera, fiscal, fiscala, oficial, oficiala, juez jueza…etc.

Condeno, en cambio, el uso de diminutivos como “isa” o “esa”, pues esos sufijos son, en su origen, históricamente peyorativos. Así escribiremos y nombraremos:
.
poeta (y no poetisa), lídera (y no lideresa), alcalda (y no alcaldesa) etc.

Como también altamente discriminatorios son esos usos:

Profesor/a o Profesor (a), Doctor/a Doctor(a)

… y otros similares pues quedamos reducidas a un apéndice del masculino profesor o doctor y nada más que a una vocal: la a.

Quisiera adelantarme a algunas objeciones muy difundidas: se nos comenta que el lenguaje no sexista alarga el discurso y el texto. Cierto, pues se trata de incluir, de visibilizar, de darle ciudadanía a más de la mitad de la población, hasta ahora excluida. Se nos objeta también que algunas palabras no están el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): “Algún día estarán”, escribió Ángel Rosenblatt. El diccionario sólo registra el uso y si no se usan, nunca las va a registrar.

Desde 1999 me he dedicado, sobre todo, al estudio del lenguaje sexista y a su resurgir en nuestro idioma a partir del s. XVIII, y he constatado –al igual que muchas de mis colegas de los años setenta (aunque la primera denuncia se remonta a los ’50),- cómo el lenguaje es un poderoso instrumento de dominación que condiciona nuestra visión de la sociedad y la mantiene anclada al pasado, alejada de una realidad siempre cambiante, cada día en forma más acelerada, sobre todo por lo que se refiere a nosotras las mujeres que hemos dado pasos de gigantas y hemos re-iniciado una revolución indetenible en poco menos de medio siglo.


En la seguridad de haber cumplido con la sustentación y que las próximas graduandas de la ULA, al igual que las de la UCV, recibirán su título como -en justicia- les corresponde. Gracias.

En espera de la noticia de su éxito en el Consejo Universitario,

Me despido, de usted,

Muy atentamente,






Viki Ferrara-Bardile
Coordinadora del Área de Estudios de la Mujer, ULA
Profesora Titular Jubilada, Escuela de Letras
Miembra de la Comisión de Lenguaje del
Instituto Nacional de la Mujer (INAMUJER)



Anexo: lo indicado

CC: Profesora Blanca Elisa Cabral
vikiferrara@yahoo.com ; vikiferrara@gmail.com

TEL: 244 4072; CEL: 0414 717 8857
Ave. Las Américas, Residencia Castellana Sol, PH-1
Apartado 466, Mérida 5101
Venezuela
VFB/mcp


(Invitado)Carta Rector …

4..5.07

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